domingo, 1 de diciembre de 2013

LA JUGADA DE RESERVA ( El varón marioneta )



LA CHICA A QUIEN INVITAREIS,

 ¿TE HARÁ JUGAR DE TITULAR O DE RESERVA?

                                              

¿Hais sabido de alguien que cambie la rueda de auxilio de su coche estando todas las otras buenas?, ¿alguno que active la luz de emergencia mientras la electricidad llega correctamente?, ¿qué los pasajeros de un crucero naveguen en los botes salvavidas cuando el buque funciona a toda vela?, o lo más representativo, ¿qué en un partido de fútbol hagan jugar al reserva estando todos los titulares buenos y sanos y con todas sus energías?.



No queremos aburrirte con prólogos tediosos, pues creemos que el mejor gráfico es una simple pregunta, ¿por qué habría de usarse el recambio si lo principal está funcionando normalmente?.



Pues aunque lo anterior luzca al tecnicismo, hay en nuestra sociedad una categoría social, mayormente del género femenino, que usa como recambio en una circunstancia especial a una persona, para obtener su provecho en caso de avería de lo fundamental, y, justamente donde se le adjudica, es en las invitaciones que hace un varón a una chica. Este ejercicio se vio masificado en la década pasada con la proliferación de sitios virtuales de citas.



Un  grupo de estudiantes de antropología de una universidad que obtuvo la mejor calificación de su aula, hizo un estudio del behaviorismo de este conglomerado, tendientes a dilucidar su origen, estrato social, perfil sicológico, causas sociales y más inherentes, cuyo resultado informaron, y que luego de filtrarse, fue durante un tiempo, el comentario obligado en toda la universidad, y no sólo eso, se expandió por casi toda la ciudad y quizás todo el país.



Antes de continuar, vamos a hacerte una pregunta que no nos cabe duda que te exportará inmediatamente en el tiempo, tal cual lo señala el estudio, donde como varón, fuisteis usado como accesorio de emergencia por esa chica que cordialmente invitasteis. Así pues, cuando la convocasteis para una cena o a irse de copas, acaso, ¿siempre recibisteis como respuesta de su parte al momento de invitarla un diáfano SI o un diáfano NO?, ¿o te dio una respuesta difusa que no es SI pero tampoco es NO y que además requería de una posterior confirmación?. Justamente, ¡te acordasteis!. Precísamente acerca de esta respuesta ambigua es que trata nuestra presente ilustración y que sólo te representamos para aquellos fines que a tu juicio creais que dé lugar.





EL DESGUACE



Pues bien, si desguazais la respuesta de la chica, podeis claramente observar que esta tiene núcleo y estela, igual a un cometa. Recuerda que su respuesta siempre será la consecuencia de una invitación que previamente le formulasteis a modo de pregunta en tu turno:

¿qué tal si nos juntamos el día () para irnos de copas al bar de Julián?.



Ahora corresponde el turno de ella:

¡Me parece fabuloso, lo único que aún no estoy muy segura, pues es probable que deba recibir el día anterior a mis primas de Andalucía por todo el fin de semana, y naturalmente el día () deberé permanecer junto a ellas si vienen…!.



Hasta aquí estais en presencia solo del nucleo o de la bola incandescente del cometa, puesto que está incompleta. Falta su estela o cola:



¡Tendríais que llamarme dentro de 2 días más, o bien yo te llamo para confirmar!.



Ahora sí se ha completado, pero “completa” en el sentido figurado de la palabra, pues en cuanto a su respuesta, quedasteis en el limbo. Te ha dejado en la incertidumbre por 2 días, falta la nombrada confirmación.



En menor grado, hay otros casos de repuestas que si bien es cierto no tiene parecidos con el ejemplo anterior, son exactamente el mismo asunto de corte impreciso. Tales respuestas a la invitación son: “¡Hablemos…!”,”¡Confirmémoslo el día ()!, “¡Lo vemos! o ¡veámoslo…!”, “¡Estemos hablando…!”, “¡Mantengámonos comunicados…!.





INVESTIDO DE RESERVISTA


Esta es precisamente la esencia del jugador de reserva, la chica no te dice que SI, pero tampoco que NO al momento que la invitais, si no que su respuesta la deja en calidad de pendiente y a su vez exige de una confirmación posterior que generalmente es otro llamado, puesto que ella según ha manifestado, “tendría una posible dificultad el día en que la invitas”. ¿Y por qué la chica no te dice simplemente que NO si no tiene seguridad de asistir ese día?. Pues hombre, ¿qué más da?. No existiría entonces lo que estáis leyendo. Desde ese momento quedasteis investido de jugador de reserva. No eres jugador titular. ¿Acaso pensais que la chica va a quedarse sin cáscara ni migajas?. Pues claro que no, si a la chica ese día le falla lo principal, ahí sí te parais del banco de los reservistas y entrais a jugar. Has quedado para llenar el posible vacío que se produzca. Quedasteis seleccionado, pero… de reserva. Obtuviste el segundo lugar.




¿Habeis quedado perplejo?, ¿cómo luce el vacío que observais?, ¿analizareis más antes de volver a invitar?.



Esa es nuestra madre del cordero, una película con segunda parte: teneis que confirmar la invitación que hiciste, pues ella “no pudo” responder con precisión al momento en que le convidasteis. Quizás ni te dio los agradecimientos por considerarla. Y mientras llega su respuesta esperando el gran día de la confirmación, ¿tendreis que quedarte en el limbo?. Pues claro, estáis en espera de su resolución. No podeis asumir compromiso alguno hasta que ella emita su veredicto, estais en espera sentado en la banca de reservistas.



¿Podeis intuír acerca de por qué resulta ser tan repugnante una respuesta como esa?. Pues porque no existe una proporción entre la intención tuya de considerar a la chica para convidarla y su respuesta evidentemente aciaga. El todo que conforman tu pregunta hacia ella y su respuesta, no permite arrojar en ápice alguno el concepto de armonía. Te dejamos una interrogante: ¿acaso no caereis en la rogativa en caso que le llameis para confirmar si te acepta?.



Así las cosas, si una chica al momento que la invitais posterga su respuesta y exige una confirmación posterior para optar por la aceptación o el rechazo de la invitación, porque según te dijo, no tenía la seguridad de comprometerse para el día que la convidasteis, habeis pasado a ser un jugador más de la reserva, la rueda de auxilio del coche, el bote salvavidas del crucero que navega a todo vapor o una candela de emergencia, y lo más triste, sois la marioneta de las chicas.



ESTRATO SOCIAL


No es posible de determinar el origen de esta sucia práctica ni atribuirla como invento de la humanidad a persona alguna, más bien su ejercicio radica en el perfil sicológico y sicosocial de quienes las hacen su hábito, nunca así en su estrato o clase social.



Como es sabido, la clase social constituye, un círculo colectivo, definido por unos modos de vida característicos, por la coincidencia de intereses, y por el sentimiento de constituir un grupo diferente de las otras clases sociales. Los miembros de una clase social tienen una conciencia de pertenencia a ella. Esta conciencia comprende dos aspectos: un darse cuenta de tener con los demás miembros de su clase unas características comunes; y otro darse cuenta de que hay otras clases diferentes situadas a distintos niveles, es decir, un darse cuenta de que objetivamente hay una jerarquía entre las clases. Así pues, el darse cuenta de que hay diferencias entre las clases y una jerarquía objetiva entre ellas no implica necesariamente una plena aceptación individual de esa jerarquía, ni una sumisión voluntaria a dicha jerarquía.

                         

Esta hipótesis descarta radicalmente que la jugada de reserva tenga relación directa con el estrato social de las chicas que la ejercitan. Por el contrario, posee  causa a efecto directo con su perfil sicológico que es el  conjunto de rasgos o características psicológicas (procesos mentales) que caracterizan a un individuo.





PERFIL SICOLÓGICO



El perfil psicológico de estas chicas las define primeramente como personas de moral muy baja carentes de escrúpulos lo que le otorga una tremebunda ventaja sobre las personas que sí poseen atributos morales. Su segunda característica es el gran ego o narcisismo rampante. En criminalística se asemejan estrechamente a la “fullera de poca monta”. Poseen un caprichoso bloqueo emocional que las hace incapaces de sentir piedad o simpatía por los demás o culpabilidad por el daño que provocan y suelen percibir una imagen distorsionada de las personas. No las ve como seres humanos, sino como dispositivos de los cuales servirse desenfadadamente. Y si a estos rasgos anteriores le sumamos una inteligencia clara, astuta y perspicaz, estamos ante una máquina insensible. Lo más destacable de este perfil es la insensibilidad por los intereses del prójimo.



Esta insensibilidad las hace mimetizarse en la sociedad y su circulo más cercano las viste de buenas personas y hasta se convierten en muy simpáticas y pseudoconfiables, aunque habitualmente a sus cercanos les resulta llamativa la vaguedad de sus respuestas de carácter personal.



No se les atribuye un patrón de conducta en el comportamiento social, aunque para un estudioso de las conductas humanas es posible identificar frialdad emocional, egoísmo, intolerancia a las frustraciones, capacidad de seducción al mostrarse simpáticas y, para el medio social, familiar y cultural en el que están inmersas, son generalmente más inteligentes que el promedio y capaces de manipular a quienes las rodean. Se caracterizan por otorgar respuestas inexactas de su vida personal, y responder en términos generales, jamás precisos. Aunque no es determinante, la insensibilidad generada por su caprichoso bloqueo emocional las hace ser más proclives a la canallada, la indecencia y por sobre todo, tener las inclinaciones de estereotipos delictuales de menor cuantía, tienen tendencias a hurtar, embaucar, ser oportunistas, no devolver dineros facilitados, ocultar daños que hayan provocado accidentalmente, violar las filas, hacer trampas en el juego, actuar de forma sucia, dedicar mucho tiempo a asuntos personales durante su jornada laboral, hacer ruidos durante la noche, pedir dinero, licor o cigarrillos a desconocidos en la juerga o sustraerselos. Ni esperanzas que sean personas dignas de confianza ni mucho menos de férreos compromisos. Son típicas personas que viven inmersas en la inexactitud e imprecisión; al solicitarles agendar comprometerse responden, no puedo decirte pues si no sé aun si para aquella fecha esté viva o muerta, pueden pasar muchas cosas. En definitiva y en un buen español, no son personas de fabricar pan “con los trigos más limpios”.



Afirmativamente, el perfil de una chica de contrario a este si lo aplicais al expediente sublite, ni modo que adjudique la jugada de reserva, puesto que si vislumbra algún tipo de inseguridad para comprometerse al día en que la convidais, te dirá ahora que NO, o simplemente preferirá decirte que NO por no contar con la seguridad suficiente para adquirir un compromiso. En caso alguno te pedirá de la tristemente recitada “confirmación posterior”. Así de clara y precisa, y hasta te agradecerá el haberla considerado.





EJEMPLOS FRECUENTES



Antes de finalizar, haremos extenso de las chapuceras respuestas más comunes que enroló el estudio y que son usadas como templo de la chivatería. Generalmente orbitan dentro de un mismo círculo, sin escapar de ese repertorio: Las visitas intempestivas, Las grandes Viajeras, La Buena Samaritana y las Costumbres Impredecibles.

Sí alguna de las circunstancias enumeradas te hiciere eventualmente suponer que puede ser verídica, lo que en realidad le impediría a la chica  invitada comprometerse aun sin una posterior confirmación, pues sólo limítate a reproducir el último párrafo del acápite  anterior.



Al leer cada uno de los ejemplos, antepon “No estoy muy segura porque para ese día al parecer …”, luego insertais el ejemplo, y le posponeis “tendríais que volverme a llamar para confirmarte”. Vamos a hacer un ejercicio con la motivación tercera de la lista, que así quedaría:



No estoy muy segura porque para ese día porque al parecer, LLEGARÍAN UNAS PRIMAS DE VALENCIA, tendríais que volverme a llamar para confirmarte.



Y otra con la motivación 14:



No estoy muy segura porque para ese día porque al parecer, MI MEJOR AMIGA VIAJARÁ Y PRETENDE QUE PERMANEZCA JUNTO A SUS NIÑOS CUIDÁNDOSELOS, tendrías que volverme a llamar para confirmarte.



Las Visitas Intempestivas:



Vendría a visitarme una amiga, pero aun no me dice nada,

Llegarían visitas de Murcia,

Llegarían unas primas de Valencia,

Vendría venga mi hermana a visitarme,

Me juntaría con una amiga de Niza que ha llegado a Madrid,



Las Grandes Viajeras:



Es probable que me vaya a la costa,

Mi familia está planeando un viaje al campo,

Estaríamos de viaje en Ibiza con unas amigas,

Tendría que hacer un viaje,



La Buena Samaritana:



… y como tengo a una tía hospitalizada, de aquello dependo,

Tenga que quedarme cuidando a un familiar a quien estoy cuidando ciertos días,

Mi mejor amiga viajará y pretende que permanezca junto a sus niños cidándoselos,

Tendría que hacer de acompañante en un casamiento,

Tendría que hacer clases de baile,

Deba acompañar a mi sobrinita a un espectáculo de su escuela,

Festejarían el cumpleaños de mi hermano que es el día anterior,



Las Costumbres Impredecibles:



Mi hija mayor irá de fiesta y es quien queda al cuidado de la más chiquita,

Tendría que madrugar ese día y quizás esté cansada,

Tendría que conseguir una mucama con quien dejar los niños,

Una compañera de mi laburo quiere juntar un grupo de varias,
 
Como hoy he amanecido con picazón de nariz, debo ver si no estaré resfriada,

Tendría turno en mi laburo, aun no me lo fijan.





José Eustaquio del Curvo
Terapeuta de la pareja y conductas humanas











                                                          



                                                          



                                                          



                                                          

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