¿Hais sabido de
alguien que cambie la rueda de auxilio de su coche estando todas las otras
buenas?, ¿alguno que active la luz de emergencia mientras la electricidad llega
correctamente?, ¿qué los pasajeros de un crucero naveguen en los botes
salvavidas cuando el buque funciona a toda vela?, o lo más representativo, ¿qué
en un partido de fútbol hagan jugar al reserva estando todos los titulares
buenos y sanos y con todas sus energías?.
No queremos aburrirte
con prólogos tediosos, pues creemos que el mejor gráfico es una simple
pregunta, ¿por qué habría de usarse el recambio si lo principal está
funcionando normalmente?.
Pues aunque lo
anterior luzca al tecnicismo, hay en nuestra sociedad una categoría social,
mayormente del género femenino, que usa como recambio en una circunstancia
especial a una persona, para obtener su provecho en caso de avería de lo
fundamental, y, justamente donde se le adjudica, es en las invitaciones que
hace un varón a una chica. Este ejercicio se vio masificado en la década pasada
con la proliferación de sitios virtuales de citas.
Un grupo de estudiantes de antropología de una universidad que obtuvo la mejor calificación de su aula,
hizo un estudio del behaviorismo de este conglomerado, tendientes a dilucidar
su origen, estrato social, perfil sicológico, causas sociales y más inherentes,
cuyo resultado informaron, y que luego de filtrarse, fue durante un tiempo, el
comentario obligado en toda la universidad, y no sólo eso, se expandió por casi
toda la ciudad y quizás todo el país.
Antes de
continuar, vamos a hacerte una pregunta que no nos cabe duda que te exportará
inmediatamente en el tiempo, tal cual lo señala el estudio, donde como varón,
fuisteis usado como accesorio de emergencia por esa chica que cordialmente
invitasteis. Así pues, cuando la convocasteis para una cena o a irse de copas,
acaso, ¿siempre recibisteis como respuesta de su parte al momento de invitarla un
diáfano SI o un diáfano NO?, ¿o te dio una respuesta difusa que no es SI pero
tampoco es NO y que además requería de una posterior confirmación?. Justamente,
¡te acordasteis!. Precísamente acerca de esta respuesta ambigua es que trata
nuestra presente ilustración y que sólo te representamos para aquellos fines
que a tu juicio creais que dé lugar.
EL DESGUACE
Pues bien, si
desguazais la respuesta de la chica, podeis claramente observar que esta tiene
núcleo y estela, igual a un cometa. Recuerda que su respuesta siempre será la
consecuencia de una invitación que previamente le formulasteis a modo de
pregunta en tu turno:
¿qué tal si nos
juntamos el día () para irnos de copas al bar de Julián?.
Ahora corresponde
el turno de ella:
¡Me parece
fabuloso, lo único que aún no estoy muy segura, pues es probable que deba
recibir el día anterior a mis primas de Andalucía por todo el fin de semana, y naturalmente
el día () deberé permanecer junto a ellas si vienen…!.
Hasta aquí estais
en presencia solo del nucleo o de la bola incandescente del cometa, puesto que
está incompleta. Falta su estela o cola:
¡Tendríais que
llamarme dentro de 2 días más, o bien yo te llamo para confirmar!.
Ahora sí se ha
completado, pero “completa” en el sentido figurado de la palabra, pues en
cuanto a su respuesta, quedasteis en el limbo. Te ha dejado en la incertidumbre
por 2 días, falta la nombrada confirmación.
En menor grado, hay
otros casos de repuestas que si bien es cierto no tiene parecidos con el
ejemplo anterior, son exactamente el mismo asunto de corte impreciso. Tales
respuestas a la invitación son: “¡Hablemos…!”,”¡Confirmémoslo el día ()!, “¡Lo
vemos! o ¡veámoslo…!”, “¡Estemos hablando…!”, “¡Mantengámonos comunicados…!.
INVESTIDO DE
RESERVISTA
Esta es
precisamente la esencia del jugador de reserva, la chica no te dice que SI,
pero tampoco que NO al momento que la invitais, si no que su respuesta la deja
en calidad de pendiente y a su vez exige de una confirmación posterior que
generalmente es otro llamado, puesto que ella según ha manifestado, “tendría
una posible dificultad el día en que
la invitas”. ¿Y por qué la chica no te dice simplemente que NO si no tiene
seguridad de asistir ese día?. Pues hombre, ¿qué más da?. No existiría entonces
lo que estáis leyendo. Desde ese momento quedasteis investido de jugador de
reserva. No eres jugador titular. ¿Acaso pensais que la chica va a quedarse sin
cáscara ni migajas?. Pues claro que no, si a la chica ese día le falla lo
principal, ahí sí te parais del banco de los reservistas y entrais a jugar. Has quedado para llenar el posible vacío que
se produzca. Quedasteis seleccionado, pero… de reserva. Obtuviste el
segundo lugar.
¿Habeis quedado
perplejo?, ¿cómo luce el vacío que observais?, ¿analizareis más antes de volver
a invitar?.
Esa es nuestra
madre del cordero, una película con segunda parte: teneis que confirmar la
invitación que hiciste, pues ella “no pudo”
responder con precisión al momento en que le convidasteis. Quizás ni te dio los
agradecimientos por considerarla. Y mientras llega su respuesta esperando el
gran día de la confirmación, ¿tendreis que quedarte en el limbo?. Pues claro,
estáis en espera de su resolución. No podeis asumir compromiso alguno hasta que
ella emita su veredicto, estais en espera sentado en la banca de reservistas.
¿Podeis intuír
acerca de por qué resulta ser tan repugnante una respuesta como esa?. Pues
porque no existe una proporción entre la intención tuya de considerar a la
chica para convidarla y su respuesta evidentemente aciaga. El todo que
conforman tu pregunta hacia ella y su respuesta, no permite arrojar en ápice
alguno el concepto de armonía.
Te dejamos una interrogante: ¿acaso no caereis en la rogativa en caso que le llameis para confirmar si te acepta?.
Así las cosas, si
una chica al momento que la invitais posterga su respuesta y exige una
confirmación posterior para optar por la aceptación o el rechazo de la
invitación, porque según te dijo, no tenía
la seguridad de comprometerse para el día que la convidasteis, habeis
pasado a ser un jugador más de la reserva, la rueda de auxilio del coche, el
bote salvavidas del crucero que navega a todo vapor o una candela de
emergencia, y lo más triste, sois la marioneta de las chicas.
ESTRATO SOCIAL
No es posible de determinar
el origen de esta sucia práctica ni atribuirla como invento de la humanidad a
persona alguna, más bien su ejercicio radica en el perfil sicológico y
sicosocial de quienes las hacen su hábito, nunca así en su estrato o clase
social.
Como es sabido, la clase social constituye, un círculo
colectivo, definido por unos modos de vida característicos, por la coincidencia
de intereses, y por el sentimiento de constituir un grupo diferente de las
otras clases sociales. Los miembros de una clase social tienen una conciencia
de pertenencia a ella. Esta conciencia comprende dos aspectos: un darse cuenta
de tener con los demás miembros de su clase unas características comunes; y otro
darse cuenta de que hay otras clases diferentes situadas a distintos niveles,
es decir, un darse cuenta de que objetivamente hay una jerarquía entre las
clases. Así pues, el darse cuenta de que hay diferencias entre las clases y una
jerarquía objetiva entre ellas no implica necesariamente una plena aceptación
individual de esa jerarquía, ni una sumisión voluntaria a dicha jerarquía.
Esta
hipótesis descarta radicalmente que la jugada de reserva tenga relación directa
con el estrato social de las chicas que la ejercitan. Por el contrario,
posee causa a efecto directo con su
perfil sicológico que es el conjunto de
rasgos o características psicológicas (procesos mentales) que caracterizan a un
individuo.
PERFIL SICOLÓGICO
El perfil
psicológico de estas chicas las define primeramente como personas de moral muy
baja carentes de escrúpulos lo que le otorga una tremebunda ventaja sobre las
personas que sí poseen atributos morales. Su segunda característica es el gran
ego o narcisismo rampante. En criminalística se asemejan estrechamente a la
“fullera de poca monta”. Poseen un caprichoso bloqueo emocional que las hace
incapaces de sentir piedad o simpatía por los demás o culpabilidad por el daño
que provocan y suelen percibir una imagen distorsionada de las personas. No las
ve como seres humanos, sino como
dispositivos de los cuales servirse desenfadadamente. Y si a estos rasgos
anteriores le sumamos una inteligencia clara, astuta y perspicaz, estamos ante
una máquina insensible. Lo más destacable de este perfil es la insensibilidad
por los intereses del prójimo.
Esta
insensibilidad las hace mimetizarse en la sociedad y su circulo más cercano las
viste de buenas personas y hasta se convierten en muy simpáticas y pseudoconfiables,
aunque habitualmente a sus cercanos les resulta llamativa la vaguedad de sus
respuestas de carácter personal.
No se les
atribuye un patrón de conducta en el comportamiento social, aunque para un
estudioso de las conductas humanas es posible identificar frialdad emocional,
egoísmo, intolerancia a las frustraciones, capacidad de seducción al mostrarse
simpáticas y, para el medio social, familiar y cultural en el que están inmersas,
son generalmente más inteligentes que el promedio y capaces de manipular a
quienes las rodean. Se caracterizan por otorgar respuestas inexactas de su vida
personal, y responder en términos generales, jamás precisos. Aunque no es
determinante, la insensibilidad generada por su caprichoso bloqueo emocional
las hace ser más proclives a la canallada, la indecencia y por sobre todo, tener
las inclinaciones de estereotipos
delictuales de menor cuantía, tienen tendencias a hurtar, embaucar, ser
oportunistas, no devolver dineros facilitados, ocultar daños que hayan
provocado accidentalmente, violar las filas, hacer trampas en el juego, actuar
de forma sucia, dedicar mucho tiempo a asuntos personales durante su jornada
laboral, hacer ruidos durante la noche, pedir dinero, licor o cigarrillos a
desconocidos en la juerga o sustraerselos. Ni esperanzas que sean personas dignas
de confianza ni mucho menos de férreos compromisos. Son típicas personas que viven
inmersas en la inexactitud e imprecisión; al solicitarles agendar comprometerse
responden, no puedo decirte pues si no sé
aun si para aquella fecha esté viva o muerta, pueden pasar muchas cosas. En
definitiva y en un buen español, no son personas de fabricar pan “con los
trigos más limpios”.
Afirmativamente,
el perfil de una chica de contrario a este si lo aplicais al expediente sublite,
ni modo que adjudique la jugada de reserva, puesto que si vislumbra algún tipo
de inseguridad para comprometerse al día en que la convidais, te dirá ahora que
NO, o simplemente preferirá decirte que NO por no contar con la seguridad
suficiente para adquirir un compromiso. En caso alguno te pedirá de la
tristemente recitada “confirmación posterior”. Así de clara y precisa, y hasta
te agradecerá el haberla considerado.
EJEMPLOS FRECUENTES
Antes
de finalizar, haremos extenso de las chapuceras respuestas más comunes que enroló
el estudio y que son usadas como templo de la chivatería. Generalmente orbitan
dentro de un mismo círculo, sin escapar de ese repertorio: Las visitas
intempestivas, Las grandes Viajeras, La Buena Samaritana y las Costumbres Impredecibles.
Sí
alguna de las circunstancias enumeradas te hiciere eventualmente suponer que
puede ser verídica, lo que en realidad le impediría a la chica invitada comprometerse aun sin una posterior
confirmación, pues sólo limítate a reproducir el último párrafo del acápite anterior.
Al
leer cada uno de los ejemplos, antepon “No estoy muy segura porque para ese día
al parecer …”, luego insertais el ejemplo, y le posponeis “tendríais que
volverme a llamar para confirmarte”. Vamos a hacer un ejercicio con la
motivación tercera de la lista, que así quedaría:
No
estoy muy segura porque para ese día porque al parecer, LLEGARÍAN UNAS PRIMAS
DE VALENCIA, tendríais que volverme a llamar para confirmarte.
Y
otra con la motivación 14:
No
estoy muy segura porque para ese día porque al parecer, MI MEJOR AMIGA VIAJARÁ
Y PRETENDE QUE PERMANEZCA JUNTO A SUS NIÑOS CUIDÁNDOSELOS, tendrías que volverme a llamar para
confirmarte.
Las Visitas Intempestivas:
Vendría
a visitarme una amiga, pero aun no me dice nada,
Llegarían
visitas de Murcia,
Llegarían
unas primas de Valencia,
Vendría
venga mi hermana a visitarme,
Me
juntaría con una amiga de Niza que ha llegado a Madrid,
Las Grandes Viajeras:
Es
probable que me vaya a la costa,
Mi
familia está planeando un viaje al campo,
Estaríamos
de viaje en Ibiza con unas amigas,
Tendría
que hacer un viaje,
La Buena Samaritana:
…
y como tengo a una tía hospitalizada, de aquello dependo,
Tenga
que quedarme cuidando a un familiar a quien estoy cuidando ciertos días,
Mi
mejor amiga viajará y pretende que permanezca junto a sus niños cidándoselos,
Tendría
que hacer de acompañante en un casamiento,
Tendría
que hacer clases de baile,
Deba
acompañar a mi sobrinita a un espectáculo de su escuela,
Festejarían
el cumpleaños de mi hermano que es el día anterior,
Las Costumbres Impredecibles:
Mi
hija mayor irá de fiesta y es quien queda al cuidado de la más chiquita,
Tendría
que madrugar ese día y quizás esté cansada,
Tendría
que conseguir una mucama con quien dejar los niños,
Una
compañera de mi laburo quiere juntar un grupo de varias,
Como hoy he amanecido con picazón de nariz, debo ver si no estaré resfriada,
Como hoy he amanecido con picazón de nariz, debo ver si no estaré resfriada,
Tendría
turno en mi laburo, aun no me lo fijan.
José Eustaquio del Curvo
Terapeuta de la pareja y conductas humanas
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